
¿Por qué me interesa?
Este año se duplicó la población de Mariposas Monarcas, estas son buenas noticias para los bosques del país.
En un mundo lleno de incertidumbre, siempre se agradecerán las buenas noticias, y qué mejor si están relacionadas con la conservación de especies que han estado en peligro, como las mariposas monarcas. Esos seres mágicos de alas anaranjadas que cada año viajan a los ecosistemas boscosos de México, en busca de refugio y un poco de calor.
Las mariposas monarcas son un milagro casi inexplicable y es que cuando pensamos en estos insectos voladores, nos imaginamos un grupo de animales frágiles cuya única misión es viajar de flor en flor; no obstante, estos lepidópteros son considerados como los mejores navegantes del mundo.

Guiadas por cerebros diminutos, casi del tamaño de la cabeza de un alfiler, estas mariposas vuelan todos los años más de cinco mil kilómetros en el norte de América. No saben a dónde van, y ninguna vive lo suficiente para terminar el viaje; sin embargo, se dirigen a su destino como si en sus vuelos las asistiera una sofisticada orientación.
Aunque los científicos aún estudian esa fuerza oculta detrás de su gran hazaña, sí se sabe con precisión cuántas llegan a invernar en los bosques del centro de México. Durante el invierno de 2024-2025, las mariposas monarca duplicaron su población; esto nos da una esperanza en lo que a acciones de conservación se refiere.
Lo que sabemos del aumento de población de mariposas monarcas
Recientemente, el Fondo Mundial para la Naturaleza y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas en México, o CONAP, realizaron un informe según el cual las mariposas monarcas ocuparon este año 4.42 acres de bosque en México, el doble de espacio del año pasado.
De acuerdo a los especialistas, esto se debe a múltiples factores virtuosos. Por un lado, la gran labor que han hecho las comunidades locales para cuidar los bosques; por otro, el apoyo que el Gobierno de México ha ofrecido para proteger los santuarios de las monarcas.

Vale la pena destacar que en el 2024 las condiciones climáticas favorables ayudaron profundamente a las mariposas. Ya que fue un año en el que hubo pocas sequías y en el que la precipitación pluvial ayudó a los bosques a florecer.
Por si lo anterior fuera poco, los programas centrados en la protección forestal han dado buenos resultados. La Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca ha implementado dos medidas fundamentales: disminuir la tala de árboles y generar acciones sustentables contra la degradación ambiental.

El camino es todavía largo. Por ejemplo, hay que implementar acciones conjuntas, con Estados Unidos y Canadá, para proteger a los algodoncillos, plantas de las que las mariposas extraen néctar. También sería importante realizar campañas de reforestación, para preservar la salud de nuestros bosques.
Al respecto, Jorge Rickards, Director General de WWF México, dijo: “Esperamos que este crecimiento se convierta en una tendencia duradera”.
¿Por qué son importantes las mariposas monarcas?
Las mariposas monarcas viven para el viaje. Su maravillosa travesía, de ocho meses, inicia en el sureste de Canadá y termina (para volver a empezar) en los bosques de montaña en el centro de México.
Estos seres, cuyas alas parecen flores, llegan a nuestro país con un simple objetivo: escapar del frío invierno del norte. Se aparecen a principios de noviembre (a la par del Día de Muertos) y adornan de anaranjado nuestros árboles hasta ya bien entrada la primavera, finales de marzo.

Y aunque emprender este viaje, de ida y vuelta, dura al menos ocho meses, esta especie vive sólo cinco semanas. En ese sentido, su supervivencia es un milagro en sí misma. No en vano los científicos la conocen como Dannus Plexippus o transformación solemne.
Para que su magia exista, se necesitan bosques en perfectas condiciones. Refugios de árboles capaces de protegerlas de todas las inclemencias del tiempo, desde las lluvias tupidas hasta el frío de la madrugada.

A su vez, ellas aportan grandes cosas a todos los ecosistemas de Norteamérica; en el caso de nuestro país, son una pieza fundamental para mejorar la calidad del agua del sistema Cutzamala que todos los años provee de H2O a seis millones de mexicanos.