Todo mundo está hablando de Adolescencia, la serie de cuatro episodios de Netflix, que se ha convertido en un fenómeno a nivel mundial por varias razones que van desde su historia, la forma en la que se cuenta y todos los secretos detrás de su producción.
¿De qué trata Adolescencia?
Adolescencia, como les contamos, es una miniserie de cuatro episodios de una hora de duración, filmados en un plano secuencia que nos lleva a lo largo de un año en la investigación de un crimen cometido por un menor de edad.
El protagonista es Jamie, un niño de 13 años que es detenido en su casa, acusado de asesinar a una compañera de su escuela. A partir de aquí, es que seguimos partes importantes del proceso como el arresto, los interrogatorios, la presentación de evidencias, los hallazgos, las conversaciones entre los que participan alrededor del acusado y las consecuencias emocionales y sociales para la familia de Jamie.
Es una radiografía fascinante, a la vez que desgarradora, que no sólo sigue de manera superficial el evento, sino que nos revela un montón de problemáticas actuales en relación a las generaciones más jóvenes: su interacción con el internet y las redes sociales, las rupturas en la comunicación, el bullying, las distintas expresiones de violencia y la desconexión con la realidad.
¿Adolescencia está basada en hechos reales?
Una de las preguntas que más ha generado es si Adolescencia está basada en hechos reales. Y la respuesta no es tan simple como un sí o un no. En realidad, está basada en distintos crímenes cometidos por menores de edad en el Reino Unido, revelando un aumento en los ataques con armas punzo cortantes entre los adolescentes.
Pero también nos habla de cómo ciertas comunidades con ideologías extremas de internet, han dejado de lado lo digital y han tomado acción en la realidades de los jóvenes con consecuencias fatales.
Uno de los casos reales que inspiraron Adolescencia de Netflix
El 25 de noviembre de 2021, Ava White, una niña de 12 años, se encontraba en el centro de Liverpool para presenciar, junto a unos amigos, para ver cómo encendían las luces navideñas.
Fue así como, de acuerdo con los reportes, un grupo cuatro niños (promedio de 15 años) comenzaron a filmarlos. Ava confrontó a este grupo para pedirles que borraran los videos que habían subido a Snapchat.
Uno de ellos, de 14 años, sacó un cuchillo y atacó a Ava en el cuello, hiriéndola de manera fatal. Ava murió en el hospital al que fue trasladada momentos después del ataque.
El menor acusado fue arrestado dos horas después del crimen. Y al momento del interrogatorio, primero negó haber estado en el lugar y le echó la culpa del crimen a otro de sus compañeros.
Luego, reconoció que él traía un cuchillo y que el ataque ocurrió en defensa propia tras las amenazas de un amigo de Ava de atacar a uno de los amigos del acusado si no borraban un video de la víctima en Snapchat.
El niño fue encontrado culpable tras 12 días de juicio, convirtiéndose en uno de los asesino convictos más jóvenes del Reino Unido. La jueza que llevó el caso reconoció que el victimario había estado rodeado de violencia desde una edad más temprana, llevándolo al acto atroz cometido en contra de la niña.
